En un informe reciente de Token Terminal, se reveló que el volumen mensual de transferencia de monedas estables alcanzó un hito impresionante, superando los $1.68 billones en abril. Esta cifra asombrosa representa un aumento sustancial con respecto al volumen registrado anteriormente de $100 mil millones en octubre de 2020. El crecimiento exponencial de los volúmenes de transferencia de monedas estables destaca el potencial de estos activos digitales en la revolución de procesos financieros y la simplificación de las transacciones transfronterizas.
Hasta junio, el valor de mercado combinado de todas las monedas estables ha aumentado a más de $162 mil millones, marcando un aumento del 24% respecto a los datos de principios de enero de $130 mil millones. Las monedas estables basadas en Ethereum tienen una participación significativa en el mercado, con más del 49.49% del total. El aumento en los volúmenes de transferencia de monedas estables observado en abril fue impulsado en gran medida por las monedas estables basadas en Ethereum, siendo DAI el líder con volúmenes superiores a los $636 mil millones.
Expertos de la industria y analistas han expresado optimismo sobre el futuro de las monedas estables, enfatizando su papel clave en la facilitación de diversos servicios financieros, especialmente transferencias transfronterizas. El CEO de Circle, Jeremy Allaire, pronostica una trayectoria de crecimiento significativa para las monedas estables, proyectando que podrían constituir el 10% del dinero económico global en la próxima década. Además, predice que para finales de 2025, las monedas estables serán reconocidas como dinero electrónico legal en la mayoría de las jurisdicciones principales, consolidando aún más su posición en el panorama financiero.
El crecimiento de los volúmenes de transferencia y el aumento del valor de mercado de las monedas estables subrayan su creciente importancia en el mercado financiero. A medida que estos activos digitales siguen ganando tracción y aceptación, están preparados para desempeñar un papel fundamental en la reconfiguración de los servicios financieros y en la conexión entre las finanzas tradicionales y el mundo de la cadena de bloques.
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