El reciente brecha de seguridad en Nexera, un protocolo DeFi, ha resultado en el robo de $1.5 millones en tokens NXRA. Este incidente causó que el valor del token nativo de Nexera cayera más del 40%. El exploit, que fue reportado por primera vez por Cyvers, una firma de seguridad blockchain, involucró a una dirección no identificada que tomó el control del contrato proxy de Nexera y utilizó funciones administrativas para transferir todos los tokens NXRA disponibles fuera del contrato.
Los tokens NXRA robados están siendo convertidos a Ethereum (ETH) y algunos fondos ya han sido transferidos a la Binance Smart Chain (BNB). Dado que los hackers a menudo utilizan mezcladores de criptomonedas como Tornado Cash para oscurecer el origen de los fondos robados, rastrear estas transacciones se ha vuelto más desafiante para las firmas de ciberseguridad. El token NXRA experimentó un impacto inmediato, con una caída del 43.2% en su valor, cotizando a $0.0343 y alcanzando un mínimo histórico de $0.01942. A pesar de que el token ha aumentado un 76.5% desde su punto más bajo, los efectos del hackeo siguen siendo evidentes.
Los datos on-chain han revelado que este atacante ha estado involucrado en actividades maliciosas anteriores, comprometiendo claves privadas en plataformas como SpaceCatch, Concentric Finance, OKX DEX, Serenity Shield y Reach. En respuesta al hackeo de Nexera, ZachXBT resaltó la naturaleza recurrente de estos estafas, con equipos que todavía son víctimas de ataques similares casi un año después. Este incidente subraya la necesidad de medidas de seguridad mejoradas en el espacio DeFi. El hackeo de Nexera es parte de una serie de incidentes de seguridad de alto perfil en el sector DeFi.
Estos incidentes sirven como recordatorio de la constante amenaza de brechas de seguridad en el espacio de las criptomonedas y la importancia de protocolos de seguridad robustos. El hackeo de Nexera resalta las vulnerabilidades presentes en los protocolos DeFi y los desafíos enfrentados por las firmas de ciberseguridad para combatir ataques maliciosos. Con la frecuencia de incidentes de seguridad en aumento, la necesidad de medidas de seguridad mejoradas y estrategias proactivas de gestión de riesgos es más crítica que nunca.
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