Las recientes acciones regulatorias tomadas por la Reserva Federal de los Estados Unidos contra Customers Bank han vuelto a encender preocupaciones en torno a la Operación Chokepoint 2.0. Tyler Winklevoss, cofundador de Gemini, cree que esta operación sigue muy presente y afectando a la industria. Customers Bank fue mandado a mejorar su supervisión, gestión del riesgo y medidas de cumplimiento dentro de un periodo de 60 días debido a presuntas violaciones de diversas regulaciones financieras relacionadas con su participación en activos digitales. Esto incluye mejorar la supervisión de la junta directiva, el cumplimiento de BSA/AML y la adhesión a OFAC.
Winklevoss resaltó la centralización en la toma de decisiones en el proceso regulatorio, especialmente en relación con las empresas de criptomonedas que buscan nuevas cuentas bancarias. Señaló que la Fed ahora actúa como un guardián directo, requiriendo que Customers Bank proporcione aviso previo antes de establecer cualquier nueva relación bancaria con empresas de cripto. Este enfoque centralizado elimina la discreción de los bancos individuales, lo que lleva a un entorno regulatorio más rígido para la industria.
Las preocupaciones planteadas por Winklevoss se extienden al impacto potencial de las próximas elecciones en el panorama regulatorio. Advierte que si la Vicepresidenta Kamala Harris gana las elecciones y Elizabeth Warren permanece como Senadora, las medidas regulatorias actuales podrían ser un preludio de acciones aún más severas. Winklevoss sugiere que las acciones de cumplimiento actuales por parte de la Fed son solo un anticipo de lo que podría suceder si las políticas anti-cripto persisten bajo la administración Biden-Harris por otros cuatro años.
Las implicaciones de la Operación Chokepoint 2.0 y las acciones regulatorias tomadas por la Reserva Federal van más allá de Customers Bank y tienen repercusiones más amplias para la industria cripto en su conjunto. Un proceso de toma de decisiones centralizado podría sofocar la innovación y el crecimiento dentro de la industria, limitando la capacidad de las empresas de cripto para acceder a servicios bancarios tradicionales.
Las advertencias emitidas por Winklevoss sirven como recordatorio de la amenaza potencial que representan las medidas regulatorias que podrían frenar aún más el desarrollo y la adopción de activos digitales. Las acciones de cumplimiento en curso y las presiones regulatorias a las que se enfrenta la industria cripto reflejan un entorno desafiante conformado por operaciones como la Operación Chokepoint 2.0. Se hace necesario un enfoque más equilibrado y basado en principios para la regulación a fin de garantizar el crecimiento continuo y la estabilidad de la industria. Mientras los interesados navegan por estos desafíos, sigue siendo crucial abogar por políticas que apoyen la innovación y la claridad regulatoria en lugar de sofocarla.
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