Las recientes acusaciones y el acuerdo de conformidad con el hedge fund Galois Capital Management LLC sirven como un fuerte recordatorio de los riesgos asociados con la inversión en activos criptográficos. La Comisión de Valores de Estados Unidos (SEC) encontró que Galois Capital no cumplió con los requisitos de salvaguardia de activos de los clientes, especialmente en lo que respecta a los activos criptográficos clasificados como valores. Como resultado, el fondo acordó pagar una multa civil de $225,000 dólares para resolver las acusaciones, con los fondos distribuidos a los inversores perjudicados.
Viabilidad y transparencia
Una de las principales violaciones destacadas por la SEC fue la falta de Galois Capital en asegurar sus activos con un custodio calificado, según lo requerido por la Regla de Custodia de la Ley de Asesores de Inversión. En lugar de utilizar servicios de custodia seguros, la firma mantenía activos digitales en cuentas de trading en línea en plataformas como FTX, que no eran custodios calificados. Esta falta de salvaguardias adecuadas resultó en pérdidas significativas cuando FTX colapsó en noviembre de 2022, con aproximadamente la mitad de los activos bajo administración del fondo siendo eliminados. Esto resalta la importancia de cumplir con los requisitos regulatorios e implementar prácticas sólidas de gestión de riesgos en el volátil mundo de las inversiones criptográficas.
Además de las violaciones de custodia, la SEC también encontró que Galois Capital tergiversó los períodos de aviso de redención a los inversores. Al afirmar falsamente un requisito de aviso de cinco días hábiles mientras permitía que algunos inversores redimieran con un aviso más corto, la firma erosionó aún más la confianza y la credibilidad de los inversores en sus operaciones. Esta ruptura de transparencia e integridad puede tener consecuencias de gran alcance tanto para el fondo como para sus inversores, subrayando la necesidad de un estricto cumplimiento de los estándares regulatorios.
El colapso de Galois Capital sirve como un recordatorio sombrío de los posibles obstáculos y riesgos inherentes en la industria de fondos criptográficos. Al no cumplir con los requisitos regulatorios, tergiversar información clave y enfrentar pérdidas significativas, la firma ha dañado su reputación y minado la confianza de los inversores. En el futuro, es crucial para los participantes de la industria priorizar el cumplimiento, la transparencia y la protección de los inversores para mantener la confianza y la credibilidad en el mundo en constante evolución de las inversiones criptográficas.
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