Recientemente, un ciudadano taiwanés llamado Rui-Siang Lin, también conocido como «Pharoah», fue arrestado por las autoridades estadounidenses por dirigir el infame mercado de drogas de la darknet, Incognito Market. Esta plataforma ilícita acumuló más de $100 millones en transacciones de criptomonedas vendiendo narcóticos ilegales como fentanilo a clientes de todo el mundo. A pesar de operar bajo el radar durante unos cuatro años, el reinado de Lin como el principal orquestador de Incognito Market llegó a su fin abruptamente después de que las autoridades rastrearan las actividades financieras de la plataforma.
Como el principal responsable de Incognito Market, Lin administraba una red de vendedores, empleados y clientes, supervisando cada aspecto de la operación. La plataforma permitía a los usuarios comprar y vender una variedad de drogas, incluyendo anfetaminas recetadas, MDMA, LSD y cocaína, utilizando criptomonedas como Monero y Bitcoin para ocultar sus transacciones. A cambio de facilitar estas transacciones, Lin se quedaba con una comisión del 5% de cada venta, acumulando millones de dólares en ganancias personales en el camino. Tras su arresto, Lin enfrenta múltiples cargos, incluyendo lavado de dinero, participación en una empresa criminal en curso, conspiración de narcóticos y conspiración para vender medicamentos mal etiquetados y adulterados.
El FBI logró rastrear la identidad de Lin monitoreando transferencias de criptomonedas que provenían de Incognito Market hacia una cuenta de intercambio a su nombre. Esto condujo a su detención en el aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York, demostrando que la llamada «web oscura» no es un refugio seguro para actividades delictivas. A pesar del cierre de Incognito Market en marzo debido a un fraude de salida que dejó a los usuarios sin acceso a sus fondos, los administradores recurrieron a extorsionar a los vendedores para protegerse de posibles filtraciones de datos.
A pesar de que Lin se muestra públicamente como un desarrollador de criptomonedas y entusiasta de Monero, sorprendentemente dirigió un taller sobre cibercrimen y criptomonedas para agentes de policía en Santa Lucía, mostrando una dualidad en su carácter. Sin embargo, su asociación con empresas ilícitas puede resultar en su perdición, ya que enfrenta la posibilidad de una condena obligatoria a cadena perpetua si es declarado culpable de dirigir una empresa criminal. El caso de Rui-Siang Lin inevitablemente genera comparaciones con el infame mercado de la darknet de la Ruta de la Seda y su creador, Ross Ulbricht.
El ascenso y la caída de Incognito Market subrayan los riesgos asociados con operar plataformas ilegales en las sombras de internet. A pesar del atractivo del anonimato y las ganancias financieras, personas como Rui-Siang Lin a menudo se enfrentan a la dura realidad de los operativos policiales y las severas repercusiones legales por sus acciones. A medida que la tecnología continúa evolucionando, la darknet sigue siendo un campo de batalla entre empresas criminales y autoridades que buscan hacer cumplir la justicia, culminando en confrontaciones de alto riesgo como el caso de Incognito Market.
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