El Banco Central Europeo (BCE) recientemente proporcionó una actualización sobre su fase de preparación de dos años para la Moneda Digital del Banco Central Euro (CBDC), que está programada para concluir en octubre de 2025. El BCE enfatizó que la privacidad y la protección de datos son sus principales prioridades.
Sin embargo, a pesar de estas garantías, existen aspectos preocupantes sobre el Euro digital que podrían comprometer la privacidad y la protección de datos. Una de las características más preocupantes del Euro digital CBDC es su programabilidad en una cadena de bloques gobernada por contratos inteligentes, lo que le otorga al banco central el poder de controlar la cantidad de moneda que las personas pueden poseer.
Riesgos potenciales del Euro digital
El empresario de criptomonedas Daniel Batten ha expresado preocupaciones sobre el aumento potencial de vigilancia y control que el Euro digital CBDC podría permitir. Los bancos tendrían la capacidad de monitorear a las personas más de cerca, deplataformarlas y congelar sus cuentas a su discreción. Este aumento en el nivel de escrutinio podría infringir la privacidad financiera y la autonomía de las personas.
El empresario fintech Kim Dotcom ha expresado reservas sobre el Euro digital, advirtiendo que podría servir como herramienta para la vigilancia financiera y el control. Ha advertido que la implementación de un Euro digital podría allanar el camino para la introducción de identificaciones digitales y sistemas de puntuación crediticia social, lo que permitiría a las autoridades bloquear fondos según el comportamiento o discurso de las personas.
El movimiento hacia monedas digitales controladas por bancos centrales no es exclusivo de Europa. Países de todo el mundo, incluidos Nigeria, las Bahamas y Jamaica, ya han implementado sus propios CBDC. Además, actualmente hay 36 pruebas piloto de CBDC en curso en varios países, lo que indica un cambio global hacia monedas digitales.
Protección de la privacidad y autonomía financiera
A medida que los responsables de políticas avanzan en la decisión de si emitir un Euro CBDC, es crucial que consideren cuidadosamente estas implicaciones y prioricen la protección de la privacidad y la autonomía financiera de las personas.
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