La semana posterior a las tumultuosas elecciones presidenciales de EE. UU. en 2024 ha puesto de manifiesto una notable divergencia en el sentimiento de los inversores hacia los fondos cotizados en bolsa (ETFs) basados en Bitcoin y Ethereum. El foco estuvo firmemente en Bitcoin, como lo demuestra la afluencia de capital a los ETFs de Bitcoin al contado con sede en EE. UU., que experimentaron una semana excepcional caracterizada por importantes flujos de entrada netos. El rendimiento de Bitcoin en el mercado de valores no fue meramente coincidental; se alinea estrechamente con la victoria electoral del ex presidente Donald Trump, que catalizó un sentimiento alcista entre los inversores.
La semana comenzó con un tono algo tentativo, ya que los ETFs de Bitcoin reportaron una afluencia inicial de $254.8 millones el lunes. Sin embargo, a medida que avanzó la semana, el entusiasmo de los inversores escaló rápidamente. El martes, los flujos de entrada se dispararon a $829.5 millones, seguidos de sólidos $773.4 millones el miércoles. El momento culminante llegó el jueves, cuando se canalizaron asombrosos $1.005 mil millones hacia estos ETFs. La semana concluyó con afluencias acumulativas que totalizaron unos impresionantes $3.353 mil millones.
El ETF IBIT de BlackRock emergió como la figura destacada en este robusto repunte, atrayendo consistentemente más de $500 millones en múltiples ocasiones, consolidando su estatus como el mayor ETF de Bitcoin a nivel mundial por activos bajo gestión (AUM), que ahora supera los $31 mil millones.
En marcado contraste, el panorama de los ETFs de Ethereum ha mostrado una imagen poco halagüeña. A pesar de un breve periodo de impulso post-elecciones, los ETFs basados en Ethereum enfrentaron importantes vientos en contra. La semana pasada estuvo plagada de desafíos, ya que flujos de salida netos caracterizaron casi cada día de negociación. Comenzando con un flujo de salida de $39.1 millones el lunes, la tendencia se profundizó, culminando en flujos de salida de $81.3 millones y $30.3 millones durante el martes y el miércoles, respectivamente. Aunque el jueves fue ligeramente mejor, registró otro flujo de salida de $9 millones, marcando una preocupante secuencia de seis días consecutivos en números rojos.
A pesar de pequeños rebotes hacia el final de la semana —incluyendo una modesta afluencia de $91.3 millones el 22 de noviembre, impulsada principalmente por el ETF ETHA de BlackRock— Ethereum luchó por recuperar terreno. La semana concluyó con un desalentador total de flujo de salida de $68.4 millones en los ETFs de Ethereum. Este entorno no solo refleja las dificultades de los ETFs de Ethereum, sino que también significa un creciente cisma en la confianza de los inversores entre las dos principales criptomonedas.
La notable recuperación de Bitcoin, culminando en un aumento a cerca de $100,000 —alcanzando un pico específico de $99,825 en un intercambio importante— ha sido interpretada como un sólido respaldo de la comunidad de inversión. La correlación entre el éxito político de Trump y este aumento no puede ser pasada por alto. Los inversores, quizás influenciados por el historial de Trump con respecto a las criptomonedas, se han agrupado significativamente hacia Bitcoin, considerándolo como una cobertura contra la incertidumbre económica.
A incluso en medio del caos de la política electoral, Bitcoin ha logrado emerger como un líder, fortalecido no solo por técnicas de manipulación del mercado tradicionales, sino también por un optimismo renovado dirigido hacia una mayor claridad regulatoria bajo la administración entrante. El impulso generado refleja el sentimiento más amplio del mercado de criptomonedas, donde Bitcoin parece estar consolidando su posición como el activo preferido en el panorama de criptomonedas.
Mirando hacia el futuro, las experiencias contrastantes de los ETFs de Bitcoin y Ethereum podrían servir como un indicador del sentimiento de los inversores en el amplio mercado de criptomonedas. Mientras que Bitcoin ha disfrutado indudablemente de flujos de capital significativos, las repetidas luchas de Ethereum para atraer inversión señalan posibles preocupaciones sobre su viabilidad en el mercado o quizás una sobreextensión en sus máximos anteriores.
Los participantes del mercado y analistas necesitarán monitorear de cerca estas tendencias. Si los ETFs de Ethereum continúan experimentando fuga de capital, podría dar lugar a períodos prolongados de estancamiento para la criptomoneda. Por otro lado, si el impulso positivo de Bitcoin continúa, podría consolidar aún más su estatus, llevando a una bifurcación en las estrategias de inversión. Las complejidades de estos cambios destacan la dinámica en constante evolución de la inversión en criptomonedas, que se entrelaza no solo con el rendimiento del mercado, sino también con el panorama político y económico. Como ha demostrado la historia, el mercado de criptomonedas no se trata únicamente de tecnología, sino que está significativamente moldeado por factores sociales más amplios, factores con los que los inversores deben reconciliar continuamente sus estrategias en esta arena volátil.
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