El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas recientemente publicó un informe que revela información alarmante sobre la participación de Corea del Norte en ciberataques. Se desvela que Corea del Norte está obteniendo una parte significativa de sus ganancias en divisas extranjeras, aproximadamente el 50%, a través de ciberataques.
Estos ciberataques no se limitan a métodos tradicionales de hacking, sino que también se extienden al ámbito de las criptomonedas. El Consejo está investigando actualmente los ciberataques dirigidos a empresas de criptomonedas, que han resultado en pérdidas substanciales que ascienden a alrededor de $3 mil millones.
Impacto en el mercado global de criptomonedas
Una preocupación significativa de los ciberataques de Corea del Norte es su modus operandi. Los hackers asociados con Corea del Norte atacan principalmente claves privadas de monederos digitales y frases semilla, componentes esenciales para la seguridad de los monederos. Al comprometer estos elementos cruciales, los hackers pueden transferir los activos de las víctimas a monederos controlados por Corea del Norte.
Financiamiento de programas de armas de destrucción masiva
El informe de la ONU también plantea preocupaciones sobre el presunto uso de criptomonedas robadas por Corea del Norte para financiar sus programas de armas nucleares. A pesar de enfrentar estrictas sanciones de las Naciones Unidas, Corea del Norte parece estar utilizando ciberataques como un medio para eludir restricciones financieras impuestas a sus esfuerzos nucleares.
El informe subraya los desafíos que enfrenta la comunidad internacional en la aplicación efectiva de sanciones contra Corea del Norte. El aumento en los volúmenes de comercio en 2023 en comparación con el año anterior indica un patrón persistente de evasión de sanciones.
Necesidad de medidas de ciberseguridad mejoradas
El informe destaca el impacto negativo de los ciberataques de Corea del Norte en el mercado global de criptomonedas y en el financiamiento de actividades ilícitas. Los hallazgos resaltan la necesidad apremiante de mejorar las medidas de ciberseguridad y la cooperación internacional para combatir la creciente amenaza de la guerra cibernética.
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