En los últimos días, el mercado de criptomonedas experimentó una agitación significativa, con el valor de Bitcoin sufriendo una drástica caída, desplomándose aproximadamente $13,000. Esta fuerte corrección se puede atribuir a los comentarios realizados por el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, durante la última reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC). Sus declaraciones parecieron inquietar a los inversores estadounidenses, lo que llevó a un retiro masivo de más de $670 millones de los fondos cotizados en bolsa (ETFs) de Bitcoin en solo 24 horas.
El impacto de estas declaraciones resonó en todo el mercado, señalando la ansiedad de los inversores en medio de condiciones económicas fluctuantes. El anuncio de Powell sobre una reducción de 25 puntos base en las tasas de interés clave fue eclipsado por las preocupaciones sobre la inflación persistente. Su advertencia de que 2025 podría no ver tantas reducciones como se había anticipado inicialmente ha alimentado la especulación entre los inversores sobre la dirección futura de la economía.
Además, la afirmación de Powell de que el banco central no tiene la autoridad para comprar y mantener Bitcoin añade otra capa de complejidad a la situación, contrastando marcadamente con las promesas políticas anteriores que insinuaban un enfoque más inclusivo hacia las criptomonedas.
La reacción inmediata del mercado fue reveladora: el precio de Bitcoin cayó de más de $105,000 a alrededor de $98,000 la noche del miércoles. Aunque hubo una leve recuperación, con el precio subiendo a casi $103,000 el jueves, el sentimiento bajista recuperó impulso, llevando el precio por debajo de $96,000 en cuestión de horas. Esta dramática volatilidad resultó en liquidaciones que superaron los $1,000 millones, reflejando la naturaleza de alto riesgo de las inversiones en criptomonedas. Tales movimientos son indicativos de un mercado que sigue siendo sensible a los indicadores macroeconómicos y los cambios de políticas.
Como lo indican los datos de FarSide, la aprehensión entre los inversores estadounidenses se hizo evidente a medida que comenzaron a retirar fondos de los ETFs de Bitcoin en masa. Notablemente, el 19 de diciembre marcó un día récord para las salidas, con la asombrosa suma de $671.9 millones retirados, destacando una tendencia de creciente cautela entre los inversores. Empresas notables como Fidelity y Grayscale estuvieron a la vanguardia de estos retiros, con un retraction significativo de $208.5 millones en el FBTC de Fidelity y $188.6 millones en el BTC de Grayscale.
Incluso el robusto fondo IBIT de BlackRock, que había tenido un desempeño admirable en semanas anteriores, no pudo atraer nuevas inversiones durante este período tumultuoso.
El sentimiento no perdonó a Ethereum tampoco, ya que los ETFs de Ethereum, que habían disfrutado de casi un mes de entradas netas, vieron su primera salida significativa. Aunque los $60.5 millones retirados fueron una fracción de las pérdidas de los ETFs de Bitcoin, representaron un cambio en la dinámica del mercado. El precio de Ethereum cayó más del 9% en el mismo periodo, luchando por mantener su posición alrededor de $3,350 después de no lograr romper el nivel de resistencia de $4,000.
Los recientes comentarios de la Reserva Federal han iniciado una ola de incertidumbre que ha tenido efectos de gran alcance en el mercado de criptomonedas. A medida que tanto Bitcoin como Ethereum lidian con correcciones significativas, los inversores deberán navegar estas aguas turbulentas con cuidado. La interacción entre la política económica y el sentimiento de los inversores seguirá siendo fundamental para dar forma al futuro de las criptomonedas, convirtiendo las reacciones del mercado a las noticias macroeconómicas en un punto focal tanto para los traders a corto plazo como para los inversores a largo plazo.
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